Cuídate de tus enemigos y cuídate de tus amigos. Mantente a distancia de tus enemigos y ten precaución con tus amigos. Un amigo fiel es un refugio seguro y no tiene precio.
Lastimosamente con el pasar del tiempo
las personas van endureciendo más su corazón, a tal grado que muchos ya no
saben en quien con fiar. Miqueas 7: 5 “No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu
lado cuídate, no abras tu boca.”
Esta afirmación de la palabra suena
como algo exagerado pero la verdad es que en muchos hogares los enemigos son los
de la misma casa.
Como cuidarse del Enemigo.
1. Debemos estar siempre Prevenidos.
V 1 a “Subió destruidor contra
ti;” no se trata de vivir desconfiando de todo mundo.
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1.1. Pero si es necesario entender que muchos que
se llamarán amigos no lo serán. Muchos llevados por la envidia harán lo posible
por destruirnos.
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1.2. Debemos pedir discernimiento y sabiduría para
saber quienes son nuestros amigos y quienes son enemigos camuflados o disfrazados.
2. Guarda la Fortaleza 1 b “guarda la fortaleza.” en un pueblo la muralla se
convierte en su fortaleza. Para ti o para mí ¿cuál es nuestra fortaleza? Lo que
nos debilita o nos fortalece es nuestro corazón y nuestra mente, por lo tanto,
la mente y nuestro corazón se convierten en nuestra fortaleza. Proverbios 4: 23
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.”
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2.1. Si tu manera de pensar es negativa tu forma de
actuar y tu vivir será negativa, si tu manera de pensar es derrotista, siempre
serás un derrotado.
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2.2. Nuestros principales enemigos no son los que
están fuera, nuestros principales enemigos están en nuestro ser, nuestros
traumas y temores.
3. Cuida el Camino. Cuidar el
camino es saber de dónde y cómo viene el enemigo. V 2 b “vigila el camino” la única forma que tenemos para
cuidar nuestro camino es a través de la palabra. Salmos 119: 105 “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.”
ten en cuenta que todo lo podemos hacer, Jesucristo no nos prohíbe nada, pero
no todo nos conviene. 1 corintios 10: 23 “Todo me
es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.”
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3.1. Debemos detectar que cosas de las que hacemos o
no hacemos es lo que se convierte en nuestro enemigo. Miedos, temores, traumas.
Etc.
4. Prepárate para la Batalla. V 2
c “cíñete los lomos, refuerza mucho tu poder”
satanás anda como león rugiente. 1 Pedro 5: 8 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el
diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;”
mientras estemos en este mundo tendremos problemas y también tentaciones
Jesucristo fue tentado en todo, el secreto para no caer está en prepararse para
la batalla.
Jehová no quería meter a David en
una burbuja de cristal de esta forma nunca llegaría a ser un gran guerrero. Más
bien lo que Jehová hacia era entrenarlo para que salga victorioso en todas sus
batallas y guerras. Salmos 144: 1 “Bendito sea
Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la
guerra;”
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3.1. Corrige lo que está mal y mejora lo que está
bien, de esta manera podrás lograr lo que te propones y sobre todo ser un
victorioso.
Debemos estar siempre alerta, el enemigo
siempre intentara destruirnos a través de cosas personas u aparentes
oportunidades de éxito. El ataque preferido por satanás es el ataque sutil, de
la manera más dulce y agradable ha derrotado a muchos. Recuerda todo nos es licito,
pero no todo nos conviene.
