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Marcos 2. Todos podemos servir a Cristo

 

Jesucristo no hace acepción de personas, para el todos somos in portantes y útiles si nos disponemos a servir.

Muchos cristianos se niegan a servir a Jesucristo porque se avergüenzan de su pasado.  Otros no aceptan a quienes han tenido un pasado no agradable para la sociedad.

No entienden que cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón pasamos a ser nuevas criaturas. 2 corintios 5: 17 “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

El Llamamiento de Leví es un pasaje bíblico que describe el encuentro entre Jesús y Leví, un publicano, y su conversión a ser discípulo de Jesús. Este evento es significativo porque muestra cómo Jesús, en lugar de seguir las normas religiosas de la época, eligió a un individuo fuera de las costumbres sociales para su ministerio. Leví, conocido como Mateo, dejó su negocio y su vida como publicano para seguir a Jesús, lo que simboliza la transformación y el llamado a todos a unirse a su obra. Este pasaje también destaca la importancia de la aceptación y el apoyo de los que no son considerados dignos por la sociedad. V 14 “Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.”

Pero su nombre no aplicaba en su vida, pues cómo cobrador de impuestos de Roma (era un publicano, éstos exigían sumas superiores al valor de los impuestos para pagarse ellos mismos, excluidos de la sociedad hebrea, llamados gentiles, y pecadores, considerados traicioneros del pueblo), era aborrecido por el pueblo hebreo (entonces no propiciaba la “unión”).

Es llamado luego Mateo (seguro al venir a ser discípulo de Jesús), cuyo significado es: “don de Dios”; “regalo de Dios”; y “recompensa”, Dios transforma a alguien que cobraba los impuestos a los hebreos, en bendición y don para ellos mismos, pues el posterior ministerio del apóstol Mateo fue dirigido a los judíos. Dios tiene el poder de transformar todas las cosas, y aún tornar la maldición en bendición.
Dios no hace acepción de personas. Jesús lo llamó: “sígueme”, Mateo tuvo que tomar una decisión, porque ante el llamado de Jesús cada uno toma su decisión. Mateo “levantándose, le siguió”, y Mateo pasa de publicano a discípulo, llega a convertirse en apóstol y escritor de uno de los evangelios. 

A qui vemos a Jesucristo no haciendo acepción de personas. 1 corintios 1: 27 “quien lo necio del mundo escogió, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia”. 

Lógicamente los falsos cristianos siempre estarán criticando el amor de Jesús. V 16 “Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?

Pero la respuesta de Jesús siempre será la misma. V 17 “Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.” No te avergüences de lo que eras, siente orgulloso de lo que eres ahora que Cristo te a transformado.

Para Dios es más importante la disposición que la preparación, pues ésta viene en el proceso. Ellos fueron primero discípulos que se dispusieron a seguir a Jesús, y luego fueron los apóstoles del Cordero. 

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