La popularidad del amor hace realmente injustificable su naturaleza misteriosa... Este enigmático impulso ha sido posiblemente sentido o experimentado por cada ser humano sobre la tierra; y de una manera u otra ha encontrado la forma de estar siempre presente en las relaciones humanas. Aunque a veces se pierda de vista en los hechos; al menos en el ideal y en el recuerdo de lo que fuese necesario nunca estará ausente. Inspira poetas, motiva a valientes, hace al genio brillante y al caballero decente; todo parece lograrse en la vida fácilmente cuando él está presente... Lo que con frecuencia nos lleva a pensar que el amor todo lo puede.
El amor verdadero no tiene forma de ser conceptualizado, va
más allá de la simpleza de un concepto. La palabra griega "Agape".
Que es la forma en cómo se refiere la Biblia a esta clase de amor en los textos
originales; "es un verbo de acción imperfecta..." Esto quiere decir,
que es acción; más que cualquier otra cosa, el amor siempre está haciendo algo
y ese algo siempre es bueno. En eso se basa su conocimiento; no en un
conocimiento teórico del amor. Sino en una experiencia particular, que nos
lleva a conocer la magnitud de lo experimentado al amar o ser amado.
El primer y gran mandamiento es el amar a Jehová. V 37 “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38Este
es el primero y grande mandamiento.”
Si quiero tener una excelente relación con Dios lo debo amar,
si quiero tener una excelente relación con mi pareja, mis hijos, mi familia o
en la sociedad con los demás los debo amar.
El amor me lleva a corregir, a perdonar a pedir perdón, el
amor hace que no me aproveche del amor de los demás.
Si quiero que lo que hago me quede bien y que sobre todo lo
pueda disfrutar lo tengo que amar. Colosenses 3: 23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el
Señor y no para los hombres”
Si yo hago las cosas por los demás tarde o temprano me van a decepcionar,
muchos son mal agradecidos, otros no v aloran lo que haces, esto hace que crea
que lo que hice no valió la pena, voy a creer que perdí mi tiempo o mi vida en
vano.
Y lógicamente este maravilloso mandamiento no se queda solo
en amar a Jehová, se extiende a todos quienes nos rodean. V 39 “Y el segundo es semejante: Amarás
a tu prójimo como a ti mismo.”
Amar a los demás es pensar siempre en su bien, hacer cosas
para su bien, el amor es una acción no solo una emoción, una palabra o un
pensamiento.
El amor tiene el poder de hacer que todas las cosas sean
posibles, todo es posible cuando se ama o se quiere.
ESCUCHA NUESTRA RADIO CLIK AQUÍ
