Los conflictos forman parte de las relaciones interpersonales. Todos somos diferentes, tenemos distintas maneras de ver el mundo y a menudo también perseguimos objetivos opuestos, por lo que es normal que cada cierto tiempo nuestras ideas e intereses entren en colisión.
Los conflictos son normales y pueden ser beneficiosos en diversas situaciones,
De hecho, los conflictos en sí mismo no son negativos ya que tan solo indican
la presencia de diferencias entre las personas involucradas. No obstante, si
los ignoramos o no aprendemos a resolverlos, pueden crecer y provocar un estrés
innecesario, alterar nuestro equilibrio mental y, además, afectar
nuestras relaciones.
En nuestras relaciones con los
demás, puede haber ocasiones en las que surjan desacuerdos y conflictos. En
lugar de buscar la venganza, intimidar o presionar para forzar la resolución,
Jesús nos dejó un ejemplo de cómo debemos resolver problemas de manera justa y
pacífica.
Solucionar problemas de manera
oportuna, puede evitar pérdidas a largo plazo tanto para nosotros como para
aquellos con quienes tenemos desacuerdos. Este significado de "arreglarte
con tu adversario" puede ser aplicado a cualquier ámbito de la vida,
incluso en la empresa, en un hogar, en cualquier relación laboral, entre otros.
Jesús nos enseña la importancia
de buscar la reconciliación antes de recurrir a la justicia, ya sea entre
amigos, familiares, compañeros de trabajo o desconocidos. La palabra
"magistrado" se refiere a un juez o arbitro.
Jesús nos aconseja a llegar a un
acuerdo en el camino, es decir, en lugar de llevar nuestro problema ante un
juez, debemos tratar de resolverlo de manera amistosa mientras aún estamos
juntos. Con una resolución rápida y pacífica, podemos evitar consecuencias
negativas en el futuro. V 58 “Cuando
vayas al magistrado con tu adversario, procura en el camino arreglarte con él,
no sea que te arrastre al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el
alguacil te meta en la cárcel.”
No resolver nuestros desacuerdos
de manera oportuna y sin comprometer a otras personas pueden llevarnos a
meternos en problemas muy graves. V 59 “Te digo que no saldrás de allí, hasta que hayas pagado aun la última
blanca.”
Como resolver conflictos a Tiempo.
1.Debemos pedirle a Jesucristo
que nos de Calma. Una persona calmada puede pensar con claridad y esto le hace
tomar buenas decisiones.
2.Idsentificar la causa de los
conflictos. Cuando sabemos que es lo que origina nuestros conflictos con los
demás los podemos resolver con mas rapidez.
3.Desarrollando habilidades de
comunicación. El peor error que podemos cometer es no querer hablar o no querer
escuchar a persona implicada en nuestro conflicto.
4.Tener la capacidad de pedir
perdón y de perdonar a quienes nos hayan ofendido. El perdonar hacer que demos
otra oportunidad y entendamos que todos nos podemos equivocar.
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