En el versículo de 1 Corintios 2:14 se hace referencia a la dificultad que puede tener el hombre natural para percibir las cosas que son del Espíritu de Dios. Según el pasaje, esto puede deberse a que para él son locura y no las puede entender porque se necesitan discernimiento espiritual. Las cosas del Espíritu de Dios se refieren a todos aquellos aspectos relacionados con la fe cristiana, como la revelación de la verdad a través de la Biblia, la gracia de Dios, la salvación a través de Jesucristo, la obra del Espíritu Santo en la vida del creyente, entre otros.
En este versículo nos muestra que para comprender las cosas
espirituales es necesario tener discernimiento espiritual. ¿Qué es el
discernimiento espiritual? Se refiere a la capacidad de comprender y
diferenciar entre lo que es de Dios y lo que no lo es, a través de la ayuda del
Espíritu Santo. V 14 “Pero el hombre natural no percibe las
cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir espiritualmente.”
Este versículo nos invita a reflexionar sobre nuestra propia
vida espiritual. ¿Estamos abiertos a la guía del Espíritu Santo? ¿Estamos
dispuestos a dejar que Él nos muestre la verdad? Es importante recordar que la
sabiduría humana no puede compararse con la sabiduría divina, y que solo a
través del discernimiento espiritual podemos comprender plenamente las cosas de
Dios. V 12 “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino
el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha
concedido,”.
Una forma de aplicar este versículo en nuestra vida
espiritual es buscando el discernimiento a través de la oración, el estudio de
la Biblia y el compartir con otros creyentes. Además, podemos pedirle a Dios
que nos revele su verdad y nos brinde sabiduría para comprender las cosas que
son de Él. V 4 “y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,”
Este versículo se sitúa dentro de una discusión más amplia
que el apóstol Pablo lleva a cabo sobre la sabiduría y el conocimiento
espiritual. La frase "hombre natural" se refiere a
aquellos que viven según la carne, es decir, que no han sido regenerados por el
Espíritu Santo. Para ellos, las verdades del evangelio y las enseñanzas de Dios
parecen absurdas o "locura", ya que carecen de la
capacidad de entenderlas sin la iluminación del Espíritu. V 13 “lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría
humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo
espiritual.”
El término "discernir espiritualmente" implica
que la comprensión de las verdades espirituales no se logra a través de la
lógica o el razonamiento humano, sino que es una revelación que proviene de una
relación personal con Dios. Esto resalta la necesidad de tener una vida
espiritual activa y receptiva para poder captar las verdades que el Espíritu
Santo quiere comunicar a los creyentes. En este sentido, Pablo está enfatizando
que la sabiduría de Dios es muy diferente de la sabiduría del mundo; es una
revelación que desafía las expectativas y entendimientos humanos.
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