La mayoría de los seres humanos buscamos protección en el hombre o en las riquezas.
Pero cuando recibimos a Cristo en
nuestro corazón no solo tenemos la promesa de ser salvos y tener vida eterna.
Jehová nos hace libres de toda
opresión humana, nos promete prosperidad, nuestro trabajo será fructífero tanto
que
Jehová se convierte en ese muro
poderoso que nos protege. V 5 “Yo
seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en
medio de ella.”
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Un muro de
fuego nos protege del frio, en las frías muy frías noches en un desierto, el
fuego significa vida.
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Estábamos muertos en nuestros pecados, pero Jehová a través
de la vida de su hijo nos da vida.
Cualquier persona que se meta con
nosotros será como meterse con la niña de los ojos de Jehová. V 8 “Porque así ha dicho Jehová de los
ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron;
porque el que os toca, toca a la niña de su ojo”
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Jehová siente el dolor que nosotros sentimos esto nos
asegura que el siempre tendrá cuidado de nosotros.
Si Jehová es nuestro protector no
necesitamos pelear con nuestros enemigos o preocuparnos por ellos, Jehová se
enfrentará a ellos. V 9 “Porque
he aquí yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo a sus siervos, y sabréis
que Jehová de los ejércitos me envió.”
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Que Jehová pelee por nosotros no significa que nosotros
no tengamos que hacer nada, esto nos convertiría en inútiles.
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Que Jehová pelee por nosotros significa que el nos
acompaña, que podemos siempre contar con él.
Jehová habitara en medio de
nosotros. V 10 “Canta y
alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho
Jehová.” Jesucristo hace milagros en nuestra vida no porque le obliguemos,
es la presencia de Jesucristo en nuestra vida lo que genera Milagros.
Mucha gente seguirá a Jehová,
nosotros solo seres sus Instrumentos. V 11 “Y se unirán muchas naciones a Jehová en aquel día, y me
serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de
los ejércitos me ha enviado a ti.” Nosotros solo compartimos de la
palabra de Dios.
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El que convence de pecado y añada gente a su iglesia
es el. Hechos 2: 47 “alabando
a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la
iglesia los que habían de ser salvos.”
La mejor forma que tiene Jehová
para protegernos es entrenándonos. Salmos 144:1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos
para la batalla, Y mis dedos para la guerra;” Jehová no nos quita las
batallas, el nos entrena para que salgamos victoriosos.
Jehová es nuestro protector, no
nuestro sobreprotector. La sobreprotección inutiliza, la protección empodera y
prepara para la victoria.
