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Mateo 9. Portadores de Sanidad

 

Todos quienes hemos recibido a Jesucristo en nuestro corazón no solo obtenemos salvación y vida eterna para nosotros, también pasamos a ser siervos de Dios portadores de sanidad.

La palabra de Dios es medicina para nuestra alma.  Y lógicamente es para los enfermos. V 12 “Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos

El pecado nos pone en condición de enfermos. V 11 “Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?

No se trata tan solo de compartir el evangelio o la palabra de Dios de manera automática, muchas personas tienen excelente capacidad para memorizar la palabra, además de conocer la palabra también es necesario vivirla.

Como ser portadores de Sanidad.

1. Desarrollando la Misericordia. V 13 “Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.” misericordia es perdonar a quien merece castigo. Nuestra labor de paramédicos espirituales o ayudas para Cristo en el proceso de salvación cada vez es más ineficiente. La razón:

1.1. Huimos de los pecadores. Nos da miedo contaminarnos.

1.2. Señalamos e enjuiciamos a quienes han pecado. Nuestra labor es ayudarlos a restaurar y no condenarlos sometiéndolos al escarnio público.

2. Buscando enfermos espirituales. V 35 “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo” nosotros hacemos todo lo contrario, cuando nos enteramos que alguien de la Iglesia cayo en pecado lo acabamos de matar con nuestros comentarios.

3. Teniendo compasión por los perdidos. V 36 “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.” nuestro trabajo de verdaderos cristianos es arduo.

3.1. Tenemos que rescatar perdidos.

3.2. Tenemos que ayudar para los que están bien no caigan.

3.3. Tenemos que Restaurar a quienes ya han caído o se han equivocado.

4. Orando para que cada vez surjan más cristianos comprometidos con la salvación del mundo, que huyan del pecado, pero no del pecador. V 37-38 “Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies

Ser cristiano es mucho más que tan solo congregarnos en algún lugar a la espera de un milagro. Ser cristiano es ser obrero de Cristo dispuesto a luchar por salvar almas en lugar de condenarlas por su error.

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