Jesucristo a través de este relato nos quiere enseñar que no importa los momentos difíciles por los cuales podemos estar pasando, Jesucristo siempre estará pendiente de nosotros.
En este caso los discípulos estaban
desanimados, decepcionados ya que nada habían podido hacer en toda la noche.
Todos en algún momento de nuestra
vida necesitamos de una pesca milagrosa, es decir de un acontecimiento
sobrenatural.
La pesca milagrosa es algo que no
pasa todos los días es un acontecimiento que ocurre de manera inesperada,
cuando menos lo esperamos.
Hablar de una pesca milagrosa es
hablar de oportunidades, las oportunidades solo las disfrutan quienes las
aprovechan.
Muchas oportunidades son únicas,
ocurren en el momento y la hora menos esperada y lo más probable es que nunca
más se vuelvan a presentar en nuestra vida, solo las disfrutan quienes las
aprovechan.
En esta ocasión los pescadores ya
habían terminado su faena, estaban lavando las redes lo cual da a entender que
ya no iban a tratar de pescar. V 2 “Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los
pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes.”
Una forma de estar listos para
aprovechar cualquier oportunidad es estar siempre dispuestos para lo que sea. V
3 “Y entrando en una de
aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un
poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.”
Simón no tuvo ningún problema en
prestar su barca para la actividad que iba hacer Jesús, simón no dijo: ya
termino mi hora de trabajo me voy a descansar.
La oportunidad para simón estaba
comenzando. V 4 “Cuando
terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para
pescar.” En algunas oportunidades escuchamos esa vocecita que nos dice
ya es la hora vuelve a empezar.
Y lógicamente nuestro razonamiento
también se manifiesta, la lógica hacia que Simón creyera que ya nada se puede
hacer, pero la fe lo impulsaba a creer que algo bueno podía pasar. V 5 “Respondiendo Simón, le dijo:
Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; más en tu
palabra echaré la red.”
Pudo mas la fe y la esperanza que la
lógica y la razón y por supuesto los resultados no se dejaron esperar. V 6 “Y habiéndolo hecho, encerraron
gran cantidad de peces, y su red se rompía.”
Simón entendió que con Jesucristo
siempre habrá una nueva oportunidad, que lo único que necesitamos es no
dejarnos doblegar por las circunstancias desfavorables. V 8 “Viendo esto Simón Pedro, cayó de
rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre
pecador.”
Las personas de éxito son aquellas
que nunca pierden la esperanza, no importa cuantas veces lo haya intentado
siempre creen que hay una nueva oportunidad para volver a intentar.
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