La mayoría de los seres humanos tenemos problemas para servir, la razón es porque siempre estamos pensando en cuanto vamos a ganar.
Los grandes empresarios ganan mucho
dinero como resultado de sus negocios, pero la clave para ellos ganar en
abundancia está en que cuando iniciaron sus negocios lo hicieron pensando en
servir.
En lo espiritual es lo mismo, los
verdaderos discípulos de Jesucristo son aquellos que les gusta mucho servir y
que están dispuestos a dejarlo todo. Lucas 14: 26 “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y
madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida,
no puede ser mi discípulo.”
Aborrecer significa amar menos
que… en este caso Jesús les esta diciendo, no pueden amar a su familia o a
cualquier otra cosa más que a mí, Jesús debe ser la prioridad para sus discípulos.
Si tengo alguna discusión con mi
pareja y en ese momento tengo servir a Jesús, esa discusión no puede ser el
pretexto para no servir.
Si a pesar de la enfermedad o la
dificultad que estamos pasando tomamos la decisión de servirle a Jesús el se
encarga de pelar por nosotros, la solución a nuestros Problemas.
Servirle a Jesús en esa condición
es humanamente imposible ya que todos fallamos, pecamos y tenemos algún interés
personal. V 26 “Ellos se asombraban aún más, diciendo entre sí: ¿Quién,
pues, podrá ser salvo?”
Solo Jesucristo hace posible el
que le podamos servir renunciando a todo. V 27 “Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es
imposible, más para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.”
Jesucristo nos da la fuerza y la sabiduría para que podamos renunciar a toda atadura
que nos impide avanzar.
Aunque a los discípulos de Jesús
no nos mueve el interés, servirle es una especie de siembra o inversión. Con Jesucristo
recibimos cien veces mas de lo que nosotros damos. V 29-30 “Respondió Jesús y dijo: De cierto
os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o
padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio,
30que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas,
hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo
venidero la vida eterna.”
Jesucristo recompensa a todo
aquel que este dispuesto a dejarlo todo por él. Si en algún momento nos tuvimos
que incomodar para servir, Jesús está dispuesto a darnos cien veces mas la
comodidad que perdimos, el restaura nuestra casa.
Si nos perdimos algunos momentos
de compartir con nuestra familia, esposa, hijos o padres Jesús nos recompensa dándonos
momentos de calidad con ellos. De nada sirve que estemos todo un día con
nuestra familia si no la podemos disfrutar porque estamos en pleitos o muy
ocupados en otras actividades.
A demás de prometernos darnos
todo lo que necesitamos a nivel económico o material, también nos promete salvación
y vida eterna.
Servir tiene recompensa de manera
espiritual y de manera material aquí en la tierra, sirve de corazón, no dejes a
Jesús en último lugar y él te dará cien veces mas lo que creas que has perdido
por él.
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