Construir una relación sólida y duradera requiere tiempo, esfuerzo y, lo que es más importante, conocerse mutuamente. En el acelerado mundo de hoy, es fácil precipitarse en una relación sin entender realmente a la persona con la que nos comprometemos. Dedicar tiempo a conocerse mutuamente es un proceso fundamental en cualquier relación romántica, comercial, social o en nuestra relación espiritual con Jesucristo. Este concepto implica invertir tiempo y esfuerzo en entender las personalidades, intereses y valores de la otra persona o de Jesucristo.
El problema de muchos cristianos que viven desanimados y confundidos,
es porque no han entendido que cuando recibimos a Jesucristo en nuestro
corazón, lo que en realidad sucede es que entablamos una perfecta relación con él.
Nuestra relación con Jesucristo como en toda relación la base
para que sea perfecta es el conocer de Jesús y del padre.
La vida eterna además de una prolongación de nuestra vida más
allá de la muerte también tiene que ver con mantener una excelente relación con
Jesús. V 3 “Y esta es la
vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a
quien has enviado.”
Nadie puede amar a alguien que no conoce, posiblemente siente
atracción por algunas características que sobresalen en esa persona.
Lo mismo sucede con Jesucristo muchos solo se sienten atraídos
por los milagros que espera recibir. Pero cuando pasan los días, quisa los
meses y no recibe nada por lo general termina desanimándose y empieza su largo
peregrinar en cuanta iglesia se encuentra en el camino.
El conocimiento de Jesús no nos saca de este mundo lleno de
dificultades y obstáculos tanto en lo espiritual como en lo secular, Jesucristo
nos da la capacidad de mantenernos alejados de las malas prácticas de este
mundo. V 15 “No ruego que
los quites del mundo, sino que los guardes del mal.”
A través del conocerse mutuamente las parejas pueden
construir una base sólida que les permita enfrentar juntos los desafíos que
surgen en el camino. La comunicación abierta y honesta es clave para este
proceso, ya que permite que ambos se expresen sin miedo a ser juzgados.
1. Buena comunicación. Disponer de un tiempo de oración en
nuestra relación con Jesús y un tiempo de buena comunicación en nuestra relación
de Pareja. Efesios 6: 18 “orando
en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con
toda perseverancia y súplica por todos los santos;”
2. Actividades para conocerse mejor. En lo espiritual n unca
dejando de congregarnos nuestras actividades espirituales nos unen más a Jesús.
·
2.1.
En nuestra pareja; ver televisión juntos, salir a caminar o simplemente estar
juntos en nuestros tiempos de ocio nos unen y fortalece.
3. Escucha activa. Una buena comunicación no solo es hablar,
una buena comunicación se alimenta del saber escuchar. Santiago 1: 19 “Por esto, mis amados hermanos,
todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;”
