En este capítulo se encuentra una carta escrita por el apóstol Pablo a la iglesia de Corinto, en la que aborda diversos temas relacionados con su ministerio y la defensa de su apostolado. En este pasaje, Pablo se enfrenta a las críticas y comparaciones que se han hecho sobre él y su trabajo, utilizando este contexto para profundizar en la importancia de la autocomprensión y la humildad en el servicio a Dios.
En este capítulo, Pablo se refiere
a un grupo de falsos maestros que estaban tratando de desacreditar su autoridad
apostólica. Estos individuos se elogiaban a sí mismos y se comparaban entre
ellos, creando un estándar propio que les favorecía. La crítica de Pablo es clara:
la autocomparación y la alabanza personal no son criterios válidos para medir
el verdadero éxito o la validez del ministerio. En lugar de buscar la
aprobación de los hombres o compararse con otros, el verdadero siervo de Dios
debe buscar la aprobación divina y entender que su valor no proviene de las
comparaciones humanas, sino de su relación con Cristo.
Como triunfar a pesar de la Oposición.
1. No desanimándose por las habladurías
mal intencionadas de los Demas. V 2 “ruego, pues, que cuando esté presente, no tenga que usar de aquella osadía
con que estoy dispuesto a proceder resueltamente contra algunos que nos tienen
como si anduviésemos según la carne.”
2. Teniendo Dominio Propio. V 3 “Pues, aunque andamos en la carne, no militamos
según la carne;” estamos
en este mundo por lo tanto lo más natural es que tengamos que tratar con
personas de todo tipo de comportamiento, pero es nuestra decisión como
comportarnos nosotros.
3. Haciendo uso de Nuestras armas
espirituales. V 4 “porque las armas
de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción
de fortalezas,”
3.1.
Oración. La Oración no solo es para pedir o reclamar, la oración es esa puerta
que nos conduce a la presencia de Dios.
3.2.
Estudio de la Palabra. La palabra Dios nos instruye y nos lleva a la
perfección.
3.3.
Congregándonos. El congregarnos nos estimula a continuar en el sendero de la
verdad.
4. Teniendo Buenos Argumentos. V 5
a “Derribando argumentos y toda altivez
que se levanta contra el conocimiento de Dios,” un adagio popular dice: cuando se agotan los
argumentos comienzan los insultos o las peleas.
5. Teniendo los Pensamientos de
Jesús. V 5 b “y llevando cautivo
todo pensamiento a la obediencia a Cristo,” Jehová tiene pensamientos positivos, es decir de
bien y no de mal. Jeremías 29: 11 “Porque
yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos
de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
6. No sintiéndose inferior a los demás.
V 7 “Miráis las cosas según
la apariencia. Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo, esto
también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros
somos de Cristo.”
7. Usando nuestra autoridad para
edificación y no para destrucción. V 8 “Porque, aunque me gloríe algo más todavía de nuestra autoridad, la cual el
Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré”
Todos los seres humanos no importan
quienes sean o que hagan siempre van a encontrar opositores que quieren detener
su caminar por el sendero del éxito. Las personas de fracaso miran esto como un
obstáculo, las personas de éxito lo miran como oportunidad para desarrollar
todas sus habilidades de superación.
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