Las relaciones familiares son el pilar de nuestra experiencia humana, proporcionándonos no solo un sentido de pertenencia, sino también un soporte emocional y un refugio ante las adversidades. A través de estos lazos familiares, se configuran las primeras interacciones sociales y se establecen los cimientos para el desarrollo emocional y social a lo largo de la vida.
En diversas
culturas, los vínculos familiares son fundamentales para el progreso individual
y grupal. Es interesante observar cómo las dinámicas familiares varían, desde
culturas colectivistas que resaltan la interdependencia y el bienestar común,
hasta culturas individualistas que valoran la autonomía personal. Estas
diferencias culturales influyen en la manera en que las familias abordan la
comunicación, la resolución de conflictos y la toma de decisiones.
Como
desarrollar una buena relación Familiar
1. Tener la buena costumbre de la obediencia. V 1 “Hijos, obedeced en el Señor a
vuestros padres, porque esto es justo.” Aunque aquí se menciona solo a
los hijos, debemos entender que nuestra vida esta compuesta por ciclos o etapas,
hoy somos padres y exigimos obediencia de nuestros hijos.
·
1.1.
Pero debemos recordar que en algún momento nosotros también fuimos hijos y
probablemente nosotros no éramos los más obedientes. La obediencia se aprende a
través del ejemplo.
·
1.2.
Los padres no podemos exigir obediencia si nuestros hijos de nosotros
aprendieron todo lo contrario. No obedecemos a las señales de tránsito, no
hacemos las cosas con diligencia, es decir las hacemos no cuando toca, las
hacemos cuando nos parce o queremos.
2. Honrando a los demás en especial a los padres. V 2 “Honra a tu padre y a tu madre, que
es el primer mandamiento con promesa”
3. No provocando a ira a los Demas en especial a los hijos. V
4 “Y vosotros, padres, no
provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación
del Señor.”
4. Cumpliendo con nuestras responsabilidades. V 5 “Siervos, obedeced a vuestros amos
terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a
Cristo;” en este versículo se refiere a un esclavo que en la época en
que se escribe era algo normal y común.
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4.1.
Hoy podríamos hablar de un empleado o un trabajador cualquiera, como
trabajadores o empleados debemos cumplir con nuestros horarios de trabajo y demás
obligaciones contraídas con la empresa.
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4.2.
Si trabajamos de manera independiente no tenemos a un jefe que nos mande, por administración
y buen orden, debemos instituir reglas que nos obligan a cumplir con las
responsabilidades y obligaciones de un empleado.
·
4.3.
Nuestro trabajo debe ser hecho de la mejor forma posible, como si lo que
estamos haciendo fuera para Dios.
Lograr una excelente relación familiar no es fácil, pero
gracias a Dios tampoco es imposible, solo debemos esforzarnos por conseguirlo
dando lo mejor de Nosotros y dejándonos guiar por el Espíritu de Dios.
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