No se trata tan solo de llamarnos cristianos porque ahora nos congregamos en un templo cristiano.
El llamarnos cristianos debe ser
porque ahora cristo es el centro de nuestra vida, es decir él está en nuestra
vida.
Cuando Cristo hace parte de nuestra
vida lógicamente nuestra vida es transformada de manera total.
Que sucede cuando cristo está en nuestra
Vida
1. Nos convertimos en intercesores.
V 3-5 “Doy
gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis
oraciones rogando con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el
evangelio, desde el primer día hasta ahora;” nos consideramos tan bendecidos
que clamamos por la bendición para los demás.
2. Nos preocupamos por el crecimiento
espiritual y secular de los Demas. V 9 “Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aún más y
más en ciencia y en todo conocimiento,” estamos dispuestos a ver en otros
lo que Dios nos da a nosotros.
3. Entendemos que todo lo que nos
pasa es para bien nuestro y del evangelio. V 12 “Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me
han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio,” Jesucristo
utiliza todo lo que nos pasa para mostrar su gloria y poder.
4. Sentimos gozo a pesar de las
dificultades. V 14 “siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros” cuando
nuestros sufrimientos tienen un propósito en la obra de Jesucristo podemos experimentar
paz.
5. No importa si algunos predican
por interés, nosotros le servimos por amor V 15 “Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia
y contienda; pero otros de buena voluntad.” Tanto en lo espiritual como en lo
secular muchas personas hacen las cosas motivadas por el interés personal.
6. Estamos seguros que con Jesucristo
las circunstancias difíciles pronto pasaran V 19 “Porque sé que, por vuestra oración y
la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación” saber
esto nos da paz y esperanza.
7. Cristo se con vierte en el
centro de nuestra vida. V 21 “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.” Si Jesucristo
es el centro de nuestra vida, el temor a la muerte desaparece.
8. nuestra vida aquí en la tierra
cobra sentido y la muerte tiene esperanza. V 22-23 “Mas si el vivir en la carne resulta
para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas
cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo
cual es muchísimo mejor;” si sabemos que más allá de la muerte hay vida en
Cristo, el morir también es un Milagro y una bendición.
9. ninguna amenaza humana puede
detenernos. V 28 “y en
nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio
de perdición, más para vosotros de salvación; y esto de Dios.” Con Jesucristo
nos consideramos más que vencedores.
Si Jesucristo hace parte de nuestra
vida, podemos ser felices esperando un día vivir en el cielo, pero también disfrutamos
nuestra estadía aquí en la tierra teniendo la oportunidad de servir en la obra
de salvación.
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